Sáb. Jul 27th, 2024

No es raro que en plena campaña política en busca de un espacio en la legislatura federal arrecie la guerra sucia, como sucede hoy en día con Miguel Sámano, candidato de la alianza PAN-PRI-PRD a la diputación federal por el distrito 1.

Aunque el «pacto de no agresión» se acordó previo al inicio de las campañas, todo parece indicar que este ya quedó en el olvido y la campaña de desprestigio ha subido de tono.

¿Por qué irse por la vía más fácil?, descalificar, cuando debería de imponerse la propuesta, las ideas de los candidatos, eso es lo que quiere escuchar la gente y no entrar al terreno del encono y enfrentamiento estéril de dimes y diretes.

Quien conoce a Miguel Sámano sabe que no le va a entrar a la guerra de la confrontación. Desde cualquier frente, el hoy candidato aliancista siempre ha privilegiado el diálogo y el respeto, nunca ha optado por el camino de la descalificación y en esta ocasión no será la excepción.

La campaña lleva 15 días, por lo tanto, los candidatos deberán seguir privilegiado la difusión de propuestas claras y concisas que permitan al electorado tomar la mejor decisión.

Si bien, Miguel Sámano es uno de los políticos de la zona norte y del Estado de México más visto, conocido y reconocido, su experiencia en materia legislativa sirve para proponer leyes de gran calado en el país.

Hoy, México demanda de hombres y mujeres profesionistas, de experiencia y conocimiento, y más aún en espacios donde se elaboran leyes que repercuten en el desarrollo de los estados y municipios. 

Este 6 de junio veremos si el pueblo sabio vota por la experiencia y profesionalismo de sus diputados o le apuesta a la improvisación.