La estrategia para ganar en el 2024No cabe duda que Morena se va a alzar con el triunfo en las elecciones presidenciales del 2 de junio de 2024.
Claudia Sheinbaum se perfila como la virtual presidenta de México y se convertirá en la primera mujer en gobernar los destinos del país.
Por el otro lado, los esfuerzos de Xóchitl Gálvez, coordinadora del Frente Amplio por México, sin duda son motivadores para muchos priistas pero lamentablemente no todos «jalan parejo” porque cada quien tiene intereses propios y sirve a un jefe distinto.
El más claro ejemplo de traición política registrada en tiempos recientes fue el de Alfredo del Mazo Maza; traición que llevó a la derrota al PRI en las elecciones para gobernador en el Estado de México como lo consignó Alito Moreno, dirigente nacional del PRI.
Sin embargo, hoy las cosas no son diferentes, ese ambiente de traición sigue impregnado en las filas perredistas, panistas y priistas, considerando que la elección interna dejó muchos «heridos» en el camino, luego de haber forzado a Beatriz Paredes Rangel a «bajarse» de la contienda sin darle oportunidad de participar en la elección interna.Por ello decimos que la estrategia que deben plantearse los partidos políticos es echar mano de los liderazgos regionales, porque son ellos los únicos que dan vida al PRI, al PAN o al PRD.No podría afirmar que Morena, o al PVEM o MC tienen liderazgos regionales o municipales porque sería una vil mentira. Morena nació en 2016 con el impulso de Andrés Manuel López Obrador y de ahí pa’real.
Pero de ahí a que tenga liderazgos regionales o locales es muy difícil en cualquiera de esos partidos políticos.Los liderazgos regionales son los que se trabajan desde hace ya muchos años, «picando piedra”, conviviendo con los líderes naturales, adquiriendo experiencia en el servicio público y de esos pocos son tomados en cuenta.
Por ejemplo en el sur del Estado: Guillermina Casique, oriunda de Amatepec; Crisóforo Hernández Mena de Tlatlaya; Antonino Duarte de Luvianos; Miguel Ángel Hernández Tinoco de Sultepec o Javier Lujano Huerta de Texcaltitlán o Noé Barrueta Barón de Temascaltepec.Mientras que del suroeste, Mario Santana de Villa Victoria; Arturo Piña García de Villa de Allende; Mauricio Osorio de Valle de Bravo o Gabriel Olvera; Mercedes Colín de Amanalco de Becerra; Rosario Matías de Santo Tomás de los Plátanos; Santos Cabrera de Otzoloapan.
De la zona norte del Estado de México de donde han surgido gobernadores y hasta presidentes de la Republica como el caso de Enrique Peña o Arturo Montiel.
Son ejemplo de liderazgos regionales.O el caso de Gustavo Cárdenas Monroy, actual diputado federal; de Fidel Almanza Monroy; Iván Esquer Cruz, diputado local; Jesús Cedillo González, de Jocotitlán; Ricardo Aguilar Castillo, de Jilotepec; Jesús Alcántara Núñez y Miguel Sámano Peralta, de Acambay; Pepe Manzur Quiroga de Temascalcingo; Eduardo Zarzosa, Martin Vilchis, Emma Salinas de Real y Javier Jerónimo Apolonio de San Felipe del Progreso.
Entre muchos más, como Pepe Rangel Espinoza de San José del Rincón; Isaías Lugo en Timilpan; o los hermanos Jorge y Jesús Espinosa Arciniega, en Soyaniquilpan.
En el Valle de México, Eduardo Bernal, Gaspar Ávila, Aarón Urbina de Tecámac; David Parra y Enrique Jacob de Naucalpan o Juan Zepeda de Nezahualcóyotl.Sin dejar de lado a Juan Hugo de la Rosa, quien ya se afilió a Morena; Héctor Bautista o los texcocanos, Higinio Martínez Miranda y Horacio Duarte Olivares que iniciaron su lucha en el PRD, pero ahora se han enrolado a Morena.
Por eso insisto que la estrategia que implementen los partidos políticos, será la base para ganar las candidaturas federales y las diputaciones locales, porque será la base para lograr la gobernabilidad en el país.
El PRI apuesta por lograr en el 2024 por lo menos 100 diputaciones federales y unas 30 diputaciones locales. Están fincando sus esperanzas en los errores que ha cometido Morena en sus años que tiene al frente del gobierno.
Esperemos que sus estimaciones sean una realidad para este 2 de junio del 2024 donde se juega el futuro de México, que tiene dos opciones. Seguir por el camino de la transformación como lo ha planteado Andrés Manuel López Obrador, o regresar al rol neoliberal que por muchos años ha impulsado el PRI.