Sáb. Jul 27th, 2024

Derivado del triunfo de Mario Delgado en la tercera encuesta y que lo coloca como presidente nacional de Morena, el único que gana y gana bien es Higinio Martínez Miranda. El senador de la República, acaba de dar un jonron en la primera entrada.

Ahora que hará Horacio Duarte, administrador de Aduanas en el país, porque él como como Higinio, ambos, buscan a través de Morena, ser el abanderado a la gubernatura en el 2023 y arrebatarle, de una vez por todas, el poder al viejo regimen, ese que apesta, como dijeran algunos morenistas.

Con el triunfo de Mario Delgado, muchos son los beneficiados. El número uno, Higinio Martínez. El número dos, y continua con sus planes presidenciales, Marcelo Ebrad Casaubon.

Eso sin duda no le dejó buen sabor de boca Marti Batres que ya marco su distancia con el todavía coordinador de los diputados de Morena en la legislatura federal, al llamar a Mario Delgado como el primer dirigente neoliberal de Morena, como le sucediera al PRD en  2008.

La unción de Mario Delgado va a tardar unas semanas, porque esta contagiado de coronavirus y eso va a detener un poco los trabajos para la integración del Consejo Consultivo, que al nuevo dirigente le gustaría que estuviera bajo la guía de Porfirio Muñoz Ledo, pero lamentablente el legislador federal, no reconoce los resultados de la tercera encuesta, mismas que calfica de amañadas.

Habrá que ver cual es el desenlace de esta lucha intestina por el poder. Lo cierto es que Morena se tiene que preparar para los comicios del próximo año y ya tiene muy poco tiempo. Que digo poco, casi nada.

En unos días va a lanzar la convocatoria para elegir a los representantes estatales, a través de encuestas y ese proceso por lo menos se llevara un mes, mismo que se preve inicie el 15 de noviembre y termine el 15 de diciembre, eso si todo sale bien, sin sobresaltos y que se respete la decisión de las mayorías.

Además Morena hace sus calculos. Siente que entre enero y febrero de 2021 tendrá representantes distritales y en marzo, ya en la víspera de la elección federal, podrá lograr contar con representantes municipales. Así de apresurados van a andar.

Bueno eso si Porfirio Muñoz no impugna los resultados de la tercera encuesta como se preve y eso empantane los procesos internos que, por ley, debe llevar a cabo el Movimiento de Regeneración Nacional.

Por eso nada esta escrito para Morena. Aunque alcaldes, diputados locales y federales, ya anden muy inquietos por sus distritos en busca de la reelección, nada está escrito. Todo podría cambiar de última hora.

En el caso particular de Valle de Bravo, Michelle Núñez, quien se siente ya la candidata de Morena a la alcaldía de este Pueblo Mágico, debería contener sus ansias, porque no todo es Horacio Duarte.

El administrador de Aduanas en el país, si cuenta con respaldo político, si lo mira bien el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero no le alcanzará para poner y quitar candidatos de Morena, como muchos han pensado que puede hacerlo.

Michelle Núñez debe pisar con pies de plomo, bajarle una rayita a sus impetus y pensar con cabeza fría que tanto respaldo del electorado tiene en estos momentos en Valle de Bravo.

Se dice que Lupita Soto puede ser la gran revelación en Valle de Bravo con la bandera del PT y le podría meter un susto de los buenos a Michelle Núñez, más aún cuando no se define en Morena, si va Michelle, porque se habla de Omar Múñoz Burgos, un joven político que está soltando lana a diestra y siniestra para ganar terreno e imagen entre los vallesanos.

Aunque se dice vallesano, no lo es, porque Omar Múñoz Burgos es originario de Tlalnepantla y ahora insiste de nuevo en querer ser el sucesor de Mauricio Osorio, actual alcalde Valle de Bravo.

Hay que ver que dicen los vallesanos a todo esto.