Lun. Jul 14th, 2025

Por: Javier Martinez Ferrusca

En México todos son populares, nadie entrega resultados

Los cargos de elección popular pasaron de ser puestos donde todos aspiraban a dar lo mejor de sí, a buscar la aprobación con encuestas pagadas, hoy desde la presidenta de la República, los gobernadores, hasta los presidentes municipales de los municipios más emblemáticos del país buscan a través de sondeos ser reconocidos; no por el trabajo que realizan sino porque la gente supuestamente tiene una buena opinión de su gobierno, pero cuando preguntas en cualquier lugar acerca de su presidente municipal todos tienen una opinión pésima de su labor.

Cuando La Mayoría Silenciosa ve las publicaciones en las redes sociales de sus representantes siempre hay reclamos para su trabajo, la crítica no es gratuita parte de que los problemas de la comunidad no son resueltos, los presidentes municipales, los gobernadores y la presidenta de México atienden temas irrelevantes para la sociedad, mientras los verdaderos problemas no son atendidos de manera puntual.

Hoy los cargos de elección popular están sobrevalorados, si son legisladores, atiende temas mediáticos, de moda (animales, LGBT), inscriben en letra de oro todos los nombres que pueden en un salón, buscan reconocimiento para las actividades culturales, reconocimiento para patrimonios inmateriales; los opositores ya ni siquiera se dignan a criticar a los gobiernos, las mayorías no atienden la inseguridad, no son capaces de citar a comparecer a los titulares de seguridad, fiscalías, trabajo, derechos humanos, finanzas, salud, para trabajar de manera conjunta los problemas y dar solución a la población o simplemente para evaluar sus avances.

Los presidentes municipales se la pasan firmando convenios con organizaciones, haciendo concursos, buscando récord Guines, promoviendo ferias, cosas que deberían ser un básico de cualquier administración municipal, asistiendo a congresos, y por supuesto, muy pendientes de las redes sociales, para comentar, aprobar y solidarizarse con sus líderes políticos.

Su máximo logro es presumir que pintaron guarniciones, barrieron calles, dejaron limpia una comunidad, cortaron el césped de un camellón o un parque, mantenimiento que en otros tiempos era un trabajo primario. Se olvidaron de hacer obras, pavimentar calles, bachear, introducir drenajes, hacer puentes, construir escuelas, aulas, canchas para el deporte, bueno, ya ni reparar semáforos pueden, salvo escasas excepciones en municipios pequeños, donde todavía los alcaldes le tienen amor a su pueblo.

Lejos quedaron aquellos tiempos en los que los gobernadores en turno hacían obras magnas, carreteras, presas, avenidas para conectar comunidades, hospitales, escuelas, deportivos de alto rendimiento, puentes viales.

De la Presidencia de la República, mejor ni hablar, el último en ocupar el cargo destrozó de manera sistemática toda responsabilidad constitucional, dejó de atender problemas serios, comprar medicinas para los sectores más vulnerables; sus tres magnas obras hasta el momento no funcionan como debe ser y son muy cuestionadas, olvidó su responsabilidad constitucional de brindar seguridad a sus gobernados, dejó crecer al crimen organizado. Hoy todavía tenemos una presidenta y muchos gobernadores que no han podido agarrar los hilos de su gobierno, no controlan la política interna y no gobiernan para la población.

Pero en cuanto salen las encuestas que ellos mismos pagan, presumen el 80 por ciento de aprobación, el 60 de reconocimiento, el lugar en el que aparecen en los sondeos, como si La Mayoría Silenciosa tuviera resueltos sus problemas con esas publicaciones.

Morenistas nerviosos por evaluación de la elección judicial

La atención a los problemas que se han generado con Estados Unidos, la falta de liderazgo o quizá el desinterés porque la elección judicial ya se resolvió como haya sido, ha propiciado que la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo no haya realizado una evaluación de la operación de los grupos para llevar votos a las urnas, tema que han utilizado los partidos políticos de oposición para criticar la reforma de Morena.

Sin embargo, los grupos, los líderes, los gobernadores, diputados, presidentes municipales afines al movimiento, están nerviosos por su pobre actuar, saben que si la evaluación llega sus esperanzas de ser tomados para otros cargos van a disminuir de manera inmediata. Entre ellas, la gobernadora Delfina Gómez, quien ya lanzó su primera queja a los líderes, me hicieron quedar mal con la presidenta, prometí más votos, palabras más palabras menos. En muchos estados hay responsables de que las cuentas no cuadren, mínimo dos líderes me confirmaron que hubo dinero para operar la elección, mismo que no llegó.