*-Ciudadanía debe ser consultada en concesión a particulares de los servicios de limpia, recolección, panteones, agua, alcantarillado, drenaje, entre otros
Toluca, Estado de México.- La democracia y sus instituciones sólo serán eficientes y legítimas en la medida que permitan al pueblo expresar libre su voluntad, sin ataduras y condicionamientos que sean tomados en cuenta y que las acciones de gobierno que se generen a través de ellas atiendan las necesidades de la mayoría y no respondan a un cálculo político-electoral o intereses político-económicos de las élites gobernantes que se sienten amos y señores del Estado de México, afirmó el diputado de Morena, Isaac Martín Montoya Márquez.
Al presentar la iniciativa para promover la consulta popular a nivel municipal en favor de los habitantes de los 125 municipios de la entidad, en temas como concesión a particulares, porque es un derecho, enfatizó, en Morena asumimos que nuestro papel histórico como legisladores de la Cuarta Transformación es el de buscar las áreas de oportunidad en el marco normativo que permitan devolverle al pueblo la soberanía y el poder de decidir, que décadas atrás algunos cuantos creían ostentar, “a diferencia de los partidos de la oposición y sus intereses cupulares que se encuentran reflejados en iniciativas que pretenden fortalecer los acuerdos de partidos sin compromiso hacia la ciudadanía”.
En la entidad nos hemos quedado en la democracia representativa y le hemos temido a la democracia participativa, que es la democracia directa, seguimos manteniendo un régimen democrático que limita a la ciudadanía a su participación en los diversos procesos electorales, en el que la participación ciudadana no ha encontrado mecanismos institucionales suficientes para hacer tomar en cuenta su voz en los temas de interés común, se trata de que participen y no solo sea observadores.
El legislador de la 4T, aseveró, la presente iniciativa con proyecto de Decreto, que presentó a nombre del Grupo Parlamentario de Morena, busca modificar el marco constitucional vigente y la Ley Orgánica Municipal de la entidad mexiquense para fortalecer el mecanismo de democracia directa de la consulta popular, para que esta sea aplicable hasta el nivel más cercano de gobierno, el municipal, para que puedan decidir en diversos temas de interés popular.
En el pleno, dijo, las y los vecinos de cada uno de los 125 municipios del Estado de México tienen derecho a encontrar canales a través de los cuales sus opiniones sean escuchadas, que sean realmente vinculantes y no se limiten a experiencias anecdóticas que lo único que hacen es simular una democracia; “si las decisiones de los gobiernos inciden en la vida de las personas, ellas deben de contar con los mecanismos y vías necesarias para manifestar su apoyo o rechazo y que en ambos casos sea respetado por las autoridades correspondientes”, ejemplificó que sean consultados en concesión a particulares de los servicios de limpia, recolección, panteones, agua, alcantarillado, drenaje, entre otros y concierne a realizar y tiene origen en diversos actos como en Ixtapaluca y Chimalhuacán.
La realidad en el país en materia de consolidación de mecanismos de participación democrática que vinculen a la ciudadanía en los diversos niveles de gobierno es clara: son pocos los estados y municipios que han tenido autoridades de gobierno abiertas y que promuevan que sus acciones de gobierno sean respaldadas por las personas, más allá de la legitimidad que obtienen gracias a sus victorias en las urnas durante los procesos electorales correspondientes y la Cdmx es ejemplo de las pocas entidades con avances en pro de los mecanismos de democracia directa.
En nuestro país, después de una disminución en el apoyo hacia la democracia, 2020 es un año de fortalecimiento del régimen democrático, ya que, con base en los resultados arrojados por el estudio Latino barómetro 2020, en 2018 sólo el 38% de las y los mexicanos consideraban que la democracia era preferible a cualquier otra forma de gobierno, mientras que para 2020 el 43% de las personas encuestadas se manifestó en favor de dicho régimen.
Es claro que el camino hacia la consolidación de una verdadera democracia que promueva el continuo mejoramiento de las condiciones de vida de todas y todos los gobernados es aún largo y se encuentra condicionado por más elementos que la realización periódica de elecciones o un sistema de partidos plural y competitivo, por lo que resulta imperante reflexionar sobre los mecanismos previstos en las legislaciones nacionales y locales y discernir sobre la necesidad de su transformación en el que el fin último sean las personas, las comunidades y el pueblo.