Por: Javier Martinez Ferrusca
100 días: festejos de graduación y la niña apenas va al kínder
100 días es poco para evaluar un gobierno, por eso el festejo llevado a cabo en el Zócalo de la Ciudad de México, para festejar a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, parece exagerado ante el nivel de carencias y problemas que vive La Mayoría Silenciosa. Fiel a las costumbres mexicanas, los morenistas festejan como si fuera una graduación universitaria y la niña apenas va al jardín de niños.
Los problemas no se han solucionado, la crisis de inseguridad presente en todo México, pero sobre todo en Sinaloa, Tabasco y Guanajuato dar muestra de ello; la salud no ha mejorado, muestra de ello, son los hospitales que dejaron de hacer operaciones o que atienden con frascos de café; los delitos del fuero común siguen igual; la inflación y escalada de precios no ha parado; la quiebra de pequeños y medianos negocios es una constante, todos estos problemas y más aquejan a La Mayoría Silenciosa. Así que salir a festejar como si ya hubiera terminado el sexenio y se hubieran entregado buenas cuentas es un poco excesivo.
Si todos los líderes de Morena que acarrearon gente para el mitin hubieran gastado esos recursos en tapar baches la gente se los hubiera agradecido, o el gasto fuera para comprar patrullas y capacitar policías, tal vez para comprar medicinas, seguramente marcarían diferencia con los anteriores partidos en el gobierno, pero no fue así.
Morena, lejos de marcar un antes y después del PRI, se ha mimetizado con ellos, los sumaron a sus filas, niegan los problemas y asumen con actos faraónicos sus conmemoraciones cuando no hay motivo para ello. Mejor deberían atender los verdaderos problemas e ir solucionando poco a poco las carencias.
No queda claro cuál es la meta de la mal llamada Cuarta Transformación, si generar un país asistencialista o sacarnos del tercer mundo, en todo caso las acciones emprendidas no parecen tener ninguno de esos objetivos, porque para cualquiera de las dos cosas se necesita, dinero y desarrollo, fomentar la industria y el comercio, evitando la concentración de la riqueza.
Pero en 100 días de gobierno, no hay una gran diferencia con los anteriores gobiernos, incluido el de su líder moral, Andrés Manuel López Obrador. Muchos aducen que la seguridad tiene un cambio radical en su política de atención, pero las cifras no muestran resultados diferentes a los sexenios pasados. La economía no mejora, debido al estado crítico en que la dejó su antecesor, pero lejos de modificar los programas sociales, la política asistencialista sigue el mismo camino.
La Mayoría Silenciosa no es pesimista, simplemente ve las mismas acciones que no nos han llevado a ningún lado, porque no hay cambios radicales para mejorar al país, las mismas empresas y personas acumulan la riqueza; las medidas implementadas de impuestos y aumento al salario perjudican a la clase media que trata de sobresalir creando pequeños negocios o microempresas, a los pobres le dan lo mismo, programas sociales sin oportunidades de educación y cultura. Morena no ha cambiado nada, ha perfeccionado los gobiernos asistencialistas del PRI, pero nada más.
Así que festejar 100 días, al menos con el enfoque de que estamos cambiando, ha sido muy malo, bueno hubiera sido que le dieran el enfoque de 100 días de la primera mujer presidenta en México. Los resultados, al tiempo.
No mentir, no robar, no traicionar y no proteger a quienes lo hacen
Los preceptos de Morena dichos a los cuatro vientos por su líder moral, Andrés Manuel López Obrador, son muy claros, no mentir, no robar, no traicionar, lástima que no pregona con el ejemplo, ya que desde su gobierno se protegió a quienes abusaron de los recursos públicos, a los corruptos y a su propia familia que se benefició con contratos de obras.
El último ejemplo salió a la luz hace unos días, con las denuncias realizadas en contra de Cuauhtémoc Blanco, exgobernador de Morelos y flamante diputado federal de Morena, que desvió 40 millones de pesos. El problema es que no hay manera de fincarle responsabilidad porque Morena lo protege desde que López Obrador estaba en el gobierno.
Con Delfina Gómez las peores avenidas y carreteras en EdoMéx
La llamada para realizar un bachetón en el Estado de México por parte de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo ha hecho oídos sordos en Delfina Gómez, con 15 días del mes de enero, no se ve que las dependencias encargadas de pavimentar las carreteras y principales avenidas trabajen en lo más mínimo, el abandonó que hay para dar mantenimiento a los accesos de la capital mexiquense no tiene precedente en la historia.
Con Alfredo del Mazo se habían descuidado, gracias a que el primer gobierno de Morena cortó los recursos para estas acciones, pero hoy en día es urgente repavimentar la carretera Toluca-Naucalpan, la avenida Alfredo del Mazo, Tollocan, el boulevard Adolfo López Mateos hasta llegar a la salida a Valle de Bravo y muchas más. Ya lleva más de un año en el gobierno y las acciones son escasas para resolver el problema.