Por: Javier Martínez Ferrusca
Delfina Gómez pasó de panzazo su primer informe
El Primer Informe de Delfina Gómez, al frente del gobierno del Estado de México, no despejó las dudas de La Mayoría Silenciosa, la mayor parte de su discurso se centró en temas sin notoriedad y como se esperaba, las cifras alegres llenaron los espacios. En todo caso los resultados positivos no se perciben, pero la esperanza de cambio es todavía una ilusión, digamos que pasó de panzazo su primera rendición de cuentas ante la clase política, aunque todavía tiene tiempo para cambiar el rumbo del estado.
Las formas no cambiaron a pesar de que sus panegíricos quieren hacer creer que sí, el evento faraónico y a todas luces fifí realizado en el Teatro Morelos, dejó fuera al pueblo, a la gente común le va a informar de manera regional; avenidas llenas de camionetas muy parecidas a las de los conservadores que tanto se critica en su partido, vestidos y trajes elegantes a pesar del clima fueron la tónica del magno evento.
En lo político le alcanzó para muy poco, no asistió la presidenta electa, Claudia Sheinbaum y el presidente, López Obrador mandó de representante a Rosa Icela Rodríguez, secretaría de Seguridad Nacional y próxima secretaria de Gobernación, faltaron gobernadores y exgobernadores, tuvieron que llenar espacios con personal de gobierno, es decir, su logística reprobó.
Lo sustantivo es que el curso dura seis años y Delfina Gómez reconoce que, este primer año, ha sido de desafíos y aprendizajes, lleno de retos, pero también de satisfacciones. Lo mismo enfrentó hechos de violencia que fenómenos meteorológicos catastróficos.
Para el Presupuesto de Egresos de 377 mil millones de pesos que se le otorgó, sus resultados son paupérrimos, sus invitados de lujo tuvieron que transitar los pésimos caminos para ingresar a la capital mexiquense, concluyó 202 obras en 88 municipios e invirtió 398 millones de pesos, pero hay en proceso 57 obras más en las que va a gastar 214 millones de pesos, poca inversión para el atraso que vive la entidad. No puede haber un gobierno rico con resultados pobres.
La mayor parte del gasto la destinó a programas sociales con el fin de combatir la pobreza y atender a los grupos en situación de vulnerabilidad; pero solo el 8 por ciento de las mujeres recibe un apoyo, para ello, se gasta 13 mil millones de pesos. Dos mil familias de las 14 millones de personas que viven en la entidad recibieron apoyo para mejorar sus viviendas. El reto es mejorar de manera sustantiva los números de pobreza, hasta la fecha hay 7 millones de personas en esa condición. Nueve millones de personas no tienen acceso a la seguridad social.
Presumió los trabajos y mantenimiento a la infraestructura hídrica que permitieron 1 000 litros más por segundo, pero La Mayoría Silenciosa carece del vital líquido. Su más grande logro fue una campaña de limpieza, la creación de 88 mil empleos y una inversión de cadenas comerciales por 15 mil millones de pesos.
Los proyectos de movilidad enunciados en su informe, entre ellos, el Trolebús Chalco-Santa Martha, el tren suburbano Buenavista-AIFA y la autopista Tultepec-AIFA-Pirámides, son obras que en su mayoría se realizan con recursos federales. En lo que respecta al Valle de Toluca, no hay una obra de impacto en movilidad. El pulpo camionero sigue haciendo de las suyas y no hay ordenamiento vial para las rutas en ninguna parte del estado, sin mencionar, la falta de capacitación de choferes.
Hay un halo de esperanza, pero también la historia nos ha enseñado que no debemos callar ante los escasos resultados, hay que exigir desde el inicio, si queremos que la seguridad, la salud, los caminos y el empleo mejoren en el corto plazo.
Bien por el Partido Revolucionario Institucional y el Partido de la Revolución Democrática, quienes asumieron su papel de oposición y mostraron una actitud crítica ante el informe presentado por la gobernadora. Es momento de actuar, no de complacencias y mucho menos de actitudes sumisas como las del Partido Acción Nacional o las de Movimiento Ciudadano, porque una cosa son las relaciones públicas y otra la representación popular a quien deben representar.
Andy, el beneficiario del testamento político de López Obrador
La renovación de la dirigencia de Morena, deja en claro quién es el beneficiario del testamento del presidente, Andrés Manuel López Obrador, no es la dirigente, Luisa María Alcalde, es su hijo Andrés quien tendrá a su cargo la responsabilidad de la secretaría de Organización y, con ello, la facultad para poner en el cargo a los miembros de las dirigencias estatales, a los consejeros distritales y a los comités seccionales.
Ante los rumores de un posible embarazo de la nueva dirigente, el hijo del todavía presidente, se queda con el poder para decidir la estructura de Morena de cara a las próximas elecciones; es decir, Claudia Sheinbaum no tendrá en sus manos al partido ni el gobierno al cien por ciento; López Obrador la deja muy limitada para actuar, con una economía endeble, una mega deuda, sin ahorros y compromisos con programas sociales a corto y mediano plazo.