Por: Javier Martínez Ferrusca
Clase media le arrebata el Zócalo a Obrador
Como opositor y como presidente, durante muchos años, Andrés Manuel López Obrador fue el dueño del Zócalo de la Ciudad de México, pero en el último año de su mandato y con el declive de su gobierno, la clase media y la oposición le ha arrebatado su lugar predilecto, su púlpito, el emblema de su carrera hacia la presidencia de la República.
Andrés Manuel López pasará a la historia gracias al Zócalo, no a su autodenominada cuarta transformación, será el político que más veces lo llenó, lo volvió su casa, lo reventó con sus invitados y gracias a su persistencia o necedad (cada quien lo puede ver desde el punto de vista que quiera) arribó a la presidencia. Ahí quedarán para la historia sus discursos para compararlos con la realidad de su gobierno.
La marcha por la democracia, no solo demuestra que el presidente fue vencido en su plaza, demuestra que hay oposición para la elección del 2024 y que el instrumento será la clase media, esa que ha despreciado, en sus discursos y ha marginado en su ejercicio de gobierno, al permitir que el crimen organizado le cobre piso, la extorsione, la secuestre y le quite sus bienes cada que quiere.
Los pobres están de su lado por los programas sociales, pero no tiene el mismo bastión de 30 millones de hace 5 años, y tampoco se ve fácil trasladarlo a su candidata, Claudia Sheinbaum, porque La Mayoría Silenciosa sabe que ha dado dinero, pero también que no generó los recursos necesarios para sostener los programas, se acabó la riqueza de México y, lo peor, le quitó la tranquilidad al rehuir a su obligación constitucional de brindar seguridad a sus gobernados.
En el lleno del Zócalo capitalino no va a cambiar el rumbo de la democracia en México, sexenio tras sexenio, los opositores se han quejado del árbitro electoral, pero el sistema de partidos tiene sus reglas no escritas, en donde la trampa es el eje rector del triunfo, no importa cuántas reglas inventemos para mejorar las elecciones, siempre llega un partido a innovar para burlar la ley y ganar la elección y, eso no va a cambiar en el corto plazo.
Primero fue el Partido Revolucionario Institucional, después el Partido Acción Nacional, y ahora, el líder moral de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien violó toda regla electoral para hacer campaña permanente, debilitar a la oposición, tirar línea a sus simpatizantes, y en estos momentos, tratar de debilitar a Xóchitl Gálvez. Su máxima expresión, “a mí no me vengan con que la ley es la ley”.
Los números de la marcha son una incógnita, cada gobierno los maneja a su antojo, pero quienes hemos estado en esa plaza, sabemos que las 90 mil personas manejadas por el gobierno de la Ciudad de México que dirige Martí Batres son irrisorios, pero los 700 mil que manejan los organizadores son un poco exagerados.
Por el bien de La Mayoría Silenciosa, el Zócalo capitalino debe seguir siendo la máxima expresión de una protesta, una demanda, una conmemoración o incluso una fiesta, porque la plaza es de todos, no de un partido y mucho menos de una persona.
*Toma fuerza Braulio Álvarez para ser candidato en Toluca*
Con el anunció de Mónica Álvarez Nemer como candidata a diputada federal en el distrito 34 de Toluca, las posibilidades de que Morena elija a un hombre para competir en la elección del 2 de junio, abren la posibilidad para que del lado opositor, Braulio Álvarez Jasso gane la nominación de candidato por el PRI-PAN-PRD, ya que es el hombre mejor posicionado en la capital mexiquense.
El ahora diputado local tiene la experiencia, la trayectoria y la simpatía de las comunidades para respaldar sus aspiraciones, solo falta que su partido decida si quiere ganar la capital del estado o prefiere poner en riesgo uno de los pocos municipios emblemáticos que les quedan.
*CUSAEM bajo sospecha*
Luego de las denuncias de extorsión por parte de los distribuidores de pollo en la ciudad de Toluca, han surgido de nuevo las sospechas del mal funcionamiento del CUSAEM, un ente que brinda seguridad privada, pero recibe ayuda del gobierno del Estado de México para obtener permisos de portar armas y también seguridad social para la mayor parte de su plantilla.
Ahora la duda es, qué tan cómplices son de los grupos delictivos, porque resulta sospechoso que le retiraran la vigilancia unos días antes a la distribuidora de pollo, en donde secuestraron a 4 polleros, alegando falta de pago, situación que la dueña desmintió con comprobantes de pago.
Otro punto para el análisis es por qué, la Secretaría de Seguridad del Estado de México no le brindó la protección necesaria al negocio, sabiendo que los estaban extorsionando y, que entre sus facultades está el dar seguridad a la población.
Es hora de que la gobernadora Delfina Gómez demuestre de qué lado está, si de los delincuentes o de La Mayoría Silenciosa.