El sol apenas despuntaba sobre las montañas del sur mexiquense cuando los vecinos de la colonia Loma Bonita, en Zacazonapan, comenzaron a reunirse detrás de la gasolinera. No era un día cualquiera. Después de años de gestiones y promesas, hoy la electricidad —ese hilo invisible que transforma la vida cotidiana— por fin bajaba a su comunidad.
Con sonrisas y celulares en mano, los habitantes observaban cómo personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) trabajaba entre postes y cables. La expectativa se sentía en el aire: cada chispa, cada conexión era una promesa cumplida. En medio de ese ambiente de esperanza, llegó el diputado local de Morena, Javier Cruz Jaramillo, quien fue recibido con apretones de mano, abrazos y agradecimientos.
“Hoy la luz llega a esta privada, y con ella llega el progreso”, expresó el legislador, mientras el zumbido de los transformadores parecía acompañar sus palabras. La energía eléctrica —algo que para muchos pasa inadvertido— significaba para estas familias poder conservar alimentos, encender un foco de noche o conectar una computadora para que los niños estudien.
Gracias a la gestión del diputado y el trabajo coordinado con la CFE, no solo se logró la bajada del servicio de energía eléctrica para esta privada, sino que también se dispuso de una unidad móvil para facilitar y agilizar los trámites de contratación. Una muestra palpable de que el trabajo en territorio rinde frutos cuando hay cercanía con la gente.
Pero la historia no termina ahí. Cruz Jaramillo anunció que próximamente se realizarán nuevas bajadas de servicio en las cerradas de Ramos y Sesmas, también en Zacazonapan, extendiendo así el beneficio a más familias del sur del Estado de México.
El ambiente era de fiesta sencilla, de esas que no necesitan cohetes ni música: bastaba el brillo en los ojos de los vecinos que, por primera vez, verían encenderse la luz en sus hogares. “Ahora sí, la noche no nos va a alcanzar”, dijo entre risas una de las mujeres beneficiadas, mientras veía cómo se iluminaba el primer foco.
Así, entre cables, abrazos y gratitud, Zacazonapan escribió una nueva página de desarrollo.
Porque cuando los compromisos se cumplen, la esperanza no solo brilla: también ilumina.