La mañana fresquita de Coatepec Harinas anunciaba un día especial. Los vecinos comenzaron a reunirse en el barrio San Miguel, donde el bullicio se mezclaba con la expectativa de ver comenzar una obra que, más que infraestructura, representa identidad: la modernización del corredor de acceso a la cabecera municipal.
Entre saludos, apretones de manos y el aroma a tierra mojada, apareció el alcalde Toño Díaz Juárez, quien, fiel a su estilo cercano, fue recibidο con sonrisas y palabras sinceras de bienvenida. Delegados, mayordomos y familias enteras lo esperaban para escuchar de primera voz qué transformaciones llegarán a esta entrada tan emblemática del municipio.
Un mensaje desde el corazón de la comunidad
“Me da mucho gusto saludarles…”, comenzó Toño, mirando uno por uno a quienes se dieron cita. Agradeció a la delegada María Griselda Hernández, al delegado Rigoberto Mejía Hernández, a Annette Gerardo Muñoz Piña, y con respeto especial a los mayordomos de la iglesia del Cerrito y de la capilla de San Miguel, guardianes de tradiciones que dan forma al alma colectiva de Coatepec.
En ese tono cálido, el alcalde subrayó algo fundamental: las obras deben hacerse de forma coordinada, respetando la esencia del municipio.
“Estamos cuidando que la imagen urbana esté homologada… No podemos hacer obras desasociadas en nuestro centro histórico”, recalcó.
Y es que Coatepec Harinas no es cualquier sitio: tiene cantera en su iglesia, en su presidencia, en sus portales; tiene historia en cada piedra. Por eso, la obra que inicia busca ser coherente con el corazón del pueblo.
Una obra que transformará la entrada al municipio
Toño explicó, paso a paso y con detalle, cómo será la nueva imagen del corredor:
Sustitución de la cantera de 322 metros cuadrados en los muros y arcos de acceso, con piedra del mismo tono que la del jardín principal.
Colocación de un reloj antiguo en el muro central, símbolo de bienvenida para quienes llegan y de puntualidad para quienes vuelven a casa.
Un letrero de “Bienvenidos” y, en la salida, un mensaje que ya emocionó a los presentes: “Vuelva pronto”.
Ampliación del camellón central para nueva iluminación urbana.
Plantación de árboles de jacaranda que, en unas temporadas, teñirán de morado la ruta de entrada.
Una fuente tipo espejo de agua que acompañará la armonía del arco.
Recuperación de la glorieta donde estuvo la estatua de Salvador Sánchez Colín.
Y quizá lo más llamativo: la instalación de una escultura monumental de bronce, ya en proceso y con un avance del 70%.
Una escultura que cuenta la historia de un pueblo
La obra artística, que superará los 3.5 metros de altura, dará identidad al corredor. Sobre un montículo de tierra adornado con flores y frutales, la escultura mostrará la toponimia de Coatepec Harinas, representada por dos serpientes de cuya boca caerá agua hacia la fuente.
Pero no solo eso: también integrará los símbolos del orgullo local—aguacates, duraznos, jitomates, frutales y productos agrícolas, así como los elementos que distinguen a Coatepec como referente artesanal en la región.
Una pieza que, sin duda, se convertirá en un imán visual, un motivo de fotografía y un nuevo emblema para quienes transitan por el municipio.
Una jornada que marca un antes y un después
Entre aplausos y emociones contenidas, el arranque de los trabajos fue mucho más que el inicio de una obra pública. Fue el reconocimiento de que la identidad importa, que la belleza también es infraestructura, y que las comunidades crecen cuando se respetan su historia y su esencia.
Toño Díaz Juárez cerró su intervención reiterando algo que quedó claro en cada palabra y cada gesto:
Coatepec Harinas no solo está modernizando su entrada; está afirmando su carácter, su orgullo y su grandeza.
