*Frenan de tajo, la vida de lujos y excesos de Víctor Benítez Blasio; lo corren de la subsecretaría del Bienestar.
Toluca, Estado de México.
La decisión de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez de actuar con firmeza ante las irregularidades detectadas en la Secretaría del Bienestar es un mensaje claro: no hay espacio para el desvío de recursos ni para el enriquecimiento ilícito bajo el amparo del servicio público.
Durante meses, diversas fuentes —Primera Columna, Alto Ro México y Mira Política— señalaron presuntas anomalías dentro de la dependencia, particularmente relacionadas con Víctor R. Benítez Blasio, hoy exsubsecretario, y Marco Antonio Castilla, otrora director de la Direccion de Operación Hoy, ambos han sido separados de su cargo, un paso necesario para iniciar a «limpiar» el nombre de una Secretaría cuya razón de ser es el bienestar de la gente, no el beneficio personal de unos cuantos.
No es menor el señalamiento: el repentino enriquecimiento y el estilo de vida ostentoso de algunos funcionarios encendieron las alarmas. El pueblo no tolera más a quienes usan el poder como medio de lucro. Si hubo abusos, el siguiente paso ineludible debe ser una investigación a fondo, con resultados claros y consecuencias reales.
Sin embargo aún falta más. Pues Víctor Benítez Blasio dejó él mismo y personalmente como su sucesor a uno de sus incondicionales. Nos referimos a Marco Alberto Reyes Hernández quien junto con Guillermo Gudiño, Director de Finanzas de Bienestar, fueron los «operadores» de los desfalcos, además culpables también junto con Katia de la Luz, de maltratos a las beneficiarias de «Mujeres con Bienestar».
No solo eso pues en la Dirección de Fortalecimiento Familiar continúa la pareja sentimental de Víctor Benítez de nombre Katia de la Luz Álvarez. Es decir se cambió una sola pieza de toda la podredumbre de la subsecretaria de Bienestar.
Mujeres del Bienestar Inconformes.
Por otra, se señala de diversas denuncias ciudadanas que se han recibido a diversos medios para denunciar que Marco Alberto, subsecretario designado por Víctor Benítez, a través de Katia de la Luz Álvarez y Guillermo Gudiño, así como Salvador y Sandra Ancira continúan «encubriendo» los desvíos millonarios de Víctor Benítez, pues a través de ellos se les está solicitando a las Mujeres con Bienestar, firmar acuses de dinero recibido en las tarjetas sin que esto sea verdadero.
Capturas de pantalla en poder de Primera Columna dan cuenta que los operadores de Víctor Benítez siguen haciendo sus trapacerías. Sería dignificante para el secretario de Bienestar erradicar esta corrupcion de raíz.
Por otro lado pareciera que los funcionarios emblema de esos cargos son aún ex operadores del viejo sistema lleno de tanta corrupcion. Nos referimos a Guillermo Gudiño y toda su gente que cumplen más de 15 años de servicio en algunos casos tales como los titulares de las áreas financieras de la Dirección de Fortalecimiento Familiar de Katia de la Luz.
El secretario de Bienestar del Gobierno del Estado, Juan Carlos González Romero, tiene ahora la oportunidad de demostrar que la transformación también implica rendición de cuentas, ética pública y respeto a los principios que dieron origen al movimiento social que hoy gobierna.
Celebramos que la justicia —aunque tarde— comience a abrirse paso. Las instituciones deben servir al pueblo, no a los intereses personales. La corrupción no tiene cabida en la Secretaría del Bienestar.
