Jue. Nov 21st, 2024

El trabajo encabezado por la actual administración de la Universidad Autónoma del Estado de México permitió cerrar 2020 con finanzas sanas a pesar de que el año pasado se dejaron de recibir 240 MDP de recursos federales y que desde 2009 no se han incrementado las cuotas académicas.

Algunas de las acciones emprendidas por la Secretaría de Finanzas de la Universidad iniciaron a partir de 2018 con el Programa de Ahorro y Contención del Gasto con lo que hasta 2020 se logró un ahorro de 301 MDP pero sobre todo se alcanzó el equilibrio presupuestal.

Sin duda la estrategia financiera de la UAEMéx implementada, en su momento, por Javier González, quien estuvo al frente de la Secretaría de Finanzas y antes en la Secretaría de Administración logró enfrentar de mejor manera la Emergencia Sanitaria por el SARS-CoV2, pues se tuvo la suficiencia presupuestal a fin de año para no dejar a ningún trabajador sin recibir las prestaciones íntegras a las que tiene derecho.

Esta estrategia fue fundamental para que a finales del año pasado se anunciara el reconocimiento hecho por la SEP a la Universidad, por los logros alcanzados en materia financiera, donde se gestionaron mayores recursos, se sanearon las finanzas y se alcanzó el equilibrio presupuestal, logro que si bien implicó no recibir recursos extraordinarios a finales de año a modo de rescate financiero, ha marcado la directriz que se debe seguir para atender la construcción y equipamiento de espacios universitarios, el pago de obligaciones fiscales, estabilizar la operación financiera y nos incrementar las cuotas académicas ante la situación que actualmente se vive.

La ruta marcada hacia el equilibrio permitió a la Máxima Casa de Estudios Mexiquense superar el déficit presupuestal que se tenía de años atrás, pagar impuestos, salarios y aguinaldos puntualmente y poder atender los adeudos que se tenían con el ISSEMyM por conceptos de cuotas de seguridad social.

Con el escenario actual por la pandemia COVID-19 y ante el desafío de continuar con un manejo adecuado de los recursos de la Universidad para asegurar la estabilidad financiera que permita la normalidad en las actividades administrativas, docentes y estudiantiles, el reto para los aspirantes a la rectoría es sin duda fuerte.