Mar. Oct 14th, 2025

Coatepec Harinas, Estado de México. Con discursos cargados de emoción, aplausos perfectamente sincronizados y una ceremonia pulida al milímetro, fue inaugurado el nuevo Centro de Bachillerato Tecnológico (CBT) en la comunidad de Chiltepec, municipio de Coatepec Harinas. Un acto que, en el papel, marca el inicio de una nueva etapa educativa para la región, pero que en la práctica plantea preguntas fundamentales sobre continuidad, calidad y verdadero impacto.

La ceremonia fue encabezada por el presidente municipal Marco Antonio Díaz Juárez, quien —con tono épico— declaró que “hoy no sólo abrimos un plantel, hoy abrimos un sueño”. Sin embargo, el entusiasmo oratorio contrasta con el escepticismo que algunas comunidades rurales han desarrollado tras años de promesas que se estrenan con bombo y platillo… y terminan entre el olvido y la maleza.

El evento reunió a distintas autoridades del sector educativo estatal, entre ellos el subsecretario de Educación Superior, Carlos Alberto Salgado Treviño, y el director general de Fortalecimiento Académico, Horacio Muñoz Durán, quienes fueron reconocidos como piezas clave en la gestión del nuevo centro. Eso sí, como suele ocurrir, ningún anuncio detallado sobre inversión continua, recursos materiales o plantilla docente permanente fue compartido ante los presentes.

En su discurso, Díaz Juárez habló de una educación con identidad, de estudiantes que aprenderán a programar sin olvidar las flores y la fruticultura. La visión suena romántica, incluso inspiradora. Pero también suena genérica. Sin un plan curricular claro, sin infraestructura adaptada y sin docentes capacitados específicamente