Por: Víctor Yáñez
Cristina Ruiz camina sobre una senda con demasiadas espinas.
Hasta donde veremos un cambio radical en Cristina Ruiz Sandoval, hoy en día la nueva dirigente del Partido Revolucionario Institucional en el Estado de México que a comparación de su antecesora – Ana Lilia Herrera Anzaldo-, ella tuvo un evento significativo por no decir “chiquito” para la unción.
Porque señalamos que fue un evento “chiquito” para la oriundade Naucalpan, porque muy a su pesar, la Plaza Revolución, ese espacio al interior del PRI, apenas si lleno y, lo peor, con militantes y simpatizantes de medio pelo; puro perdedor, como Olga Pérez Sanabria que no pudo lograr llegar al Congreso de la Unión, o el caso de Tania Hurtado, ella buscaba ser diputada federal por Toluca, pero perdió frente al junior de Luis Miranda Barrera.
Es más, Tania Hurtado, junto con Braulio Álvarez Jasso, quien también quería ser diputado local, ni siquiera se esperaron al mensaje de Cristina Ruiz como nueva dirigente. De nueva cuenta el priismo sigue simulando.
Solamente van por cumplir, como también sucedió con la alcaldesa de Polotitlán Teresita Bárcena Sánchez. Se sentó en la segunda fila para presenciar la toma de protesta de Cristina Ruiz, pero como nadie la mencionó, mucho menos la tomaron en cuenta, solamente estuvo unos minutos, se levantó y se fue.
Los alcaldes que si aguantaron vara, fueron: David Sánchez Isidoro de Coacalco y Aldo Ledezma Reyna de Cuautitlán. Ellos fueron los únicos tres alcaldes que estuvieron presentes. De los demás presidentes municipales priistas ni sus luces.
Y ni que decir de los diputados locales. De los siete, solamente asistieron cinco: Elías Rescala Jiménez y Lilia Urbina Salazar no hicieron acto de presencia.
Porque no asistió el coordinador de los diputados del PRI en la LXII Legislatura, eso no se sabe aún, lo cierto es que dejó un olor a tufo de división y olvido.
Por qué Elías Rescala le hizo el desplante a Cristina Ruiz. Que le impidió al coordinador de los diputados locales no hacer acto de presencia. De Lilia Urbina se podría entender, principalmente cuando la relación entre la senadora y la diputada local por Tultitlán no es del todo cordial.
Y no hay nada que decir de los ex presidentes del Comité Directivo Estatal del PRI, ninguno estuvo presente. Carlos Iriarte, Ricardo Aguilar, Ernesto Nemer, Erick Sevilla, Arturo Ugalde, Jaime Vázquez, Arturo Montiel, Raúl Domínguez Rex, entre muchos más.
Definitivamente nadie avaló la llegada de Cristina Ruiz Sandoval al PRI mexiquense, porque tampoco el líder nacional del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas se dio tiempo de venir a Toluca para tomarle protesta a la senadora priista del Estado de México y envió en su representación a Jorge Meade.
Ese gran hueco es el que tendrá que llenar Cristina Ruiz, si quiere realmente que se le respete y se reconozca su liderazgo. Hasta el final, estuvieron con ella, Melissa Vargas Camacho y Olga Pérez Sanabria, ambas perdedoras.
Además se eligió a la ex candidata al senado, Brenda Alvarado como secretaria general del PRI, cerrando la puerta al principio de equidad y paridad, eso que tanto se ha discutido y analizado en el Revolucionario Institucional.
No hay duda de la tarea titánica que tiene frente a sí Cristina Ruiz. Es una mujer de experiencia y conocimiento, habrá que ver que tanto ha aprendido a lo largo de su carrera en la política.
Quién de los ex gobernadores le va a tender la mano. César Camacho Quiroz, podría ser. En su toma de protesta estuvo en primera fila Mariano Camacho San Martín, el diputado local por Metepec.
Camacho San Martín sabe y deduce que para seguir en política se requiere de seguir a pie juntillas, el librito de los buenos modales, de la institucionalidad y el reconocimiento a los liderazgos en turno.
En esa misma tónica se encuentran los diputados locales Leticia Mejía García y Eduardo Zarzosa Sánchez, porque saben que para seguir en la política hay que dar para poder recibir. Saben que la fórmula para ser tomados en cuenta es estar en el lugar y el tiempo precisos y la toma de protesta de Cristina Ruiz era el momento.
Los meses por venir, serán de arduo trabajo para Cristina y Brenda, ambas van a buscar darle valor al PRI, sacarlo del marasmo en que se encuentra y, sobre todo, erigirse como una verdadera oposición responsable que no tiene miedo, porque más miedo es que morena siga gobernando en el Estado de México y en el país, como lo advirtió el viernes la nueva dirigente del tricolor.
Por lo pronto hay que empezar con el proceso de cicatrización real y efectiva, dejando atrás recelos, resentimientos y traiciones y eso incluye buscar a los ex gobernadores Arturo Montiel Rojas y Emilio Chuayffet Chemor.
Porque si Cristina Ruiz no lo logra, de nada servirá que cambie los comités municipales del PRI, ni los sectores y organizaciones, porque la militancia que se quede, principalmente en las carteras del PRI, vera la oportunidad de traicionar, por el solo hecho de no permitir que avance el PRI hacia una verdadera transformación. Suena a la 4T, pero esa es la realidad.